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Gedeón Quinto juez de Israel, miembro de la tribu de Manasés e hijo de Joás (Jue 6.11, 15). Cuando Israel gemía bajo el yugo de Madián, el ángel de Jehová se le apareció a Gedeón y lo llamó a liberar a su pueblo (Jue 6.11–24). Le dio una señal de fuego que consumió la comida que Gedeón había preparado. Gedeón edificó un altar y lo llamó Jehová-salom (Jehová es paz). Luego derribó el altar de Baal y la imagen de Asera que su padre había hecho y levantó en su lugar un altar a Dios. Ante la consecuente ira de los habitantes del pueblo, el padre de Gedón defendió a este diciendo: «¿Contenderéis vosotros por Baal? Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar». Así Gedeón recibió el nombre «Jerobaal» (6.31, 32). Dios volvió a confirmar el llamamiento de Gedeón por la señal del vellón de lana (Jue 6.36–40). Gedeón reunió a un ejército de treinta y dos mil soldados pero Dios le instó a reducirlo a trescientos. Les dio trompetas, cántaros y antorchas. Gedeón se sintió fortalecido al oír decir a un madianita que había soñado con la derrota de Madián. El ataque de los trescientos sorprendió a los madianitas, y Gedeón obtuvo una victoria aplastante. Israel quiso luego ascender a Gedeón al puesto de soberano. Gedeón rehusó el honor e insistió en que se mantuviese la teocracia (Jue 8.23). Sin embargo, cometió un grave error al pedir una parte del botín para hacer un Efod de oro tras del cual se prostituyó Israel (8.26, 27). Gedeón tuvo muchas mujeres y setenta y un hijos, incluyendo a Abimelec, quien causó grandes males después. Murió en «buena vejez» (8.32), y por sus cualidades de liderazgo y humildad mereció mención entre los héroes de la fe (Heb 11.32). |